Convivir con tu agresor. Vivir con miedo.

Fernando Albornoz hace un mes y medio que vive con miedo. Se ve obligado a convivir con quién lo ahorcó contra la pared del ascensor y le dijo: “No quiero ver ni putos ni maricas en mi edificio. Si te vuelvo a ver acá, te mato”. Para Fernando esta situación fue el comienzo de un infierno personal.

El agresor es un joven que tiene antecedentes de violencia y de abuso hacia distintas vecinas del edificio, que incluso tienen un grupo de whatsapp donde se relacionan todas las víctimas de dicho sujeto. En las reuniones de consorcio, hay mucho malestar, pero pocas soluciones. El muchacho, tiene problemas de salud mental, y convive con un señor cuyo hijo es el propietario, pero todavía la justicia no hizo nada, aunque claramente está poniendo en riesgo a tercerxs.

Fernando y las otras víctimas no pueden vivir en paz: algunas noches se escuchan gritos por los pasillos, el agresor pasa golpeando las puertas de sus distintas víctimas y, últimamente, tomó la rutina de subir y bajar en el ascensor para vigilar las entradas de las distintas personas.

Fernando presentó todas las denuncias correspondientes en la policía, en el Ministerio Público Fiscal, y desde la Defensoría LGBT, recibe el acompañamiento jurídico necesario. A pesar de los reiterados pedidos, la policía no ha garantizado la seguridad de ninguna de las víctimas en el edificio y, por parte de la Justicia, no hay respuestas concretas sobre la situación. Mientras tanto Fernando y sus vecinas viven con miedo.

 

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Contacto de Fernando Albornoz:
Teléfono / WhatsApp: (011) 3696-5075